
Llueve,
hace frío,
hay poca cosa que hacer por aquí,
sólo mirar por la ventana como caen las gotas juguetonas,
y dejar volar la mente...
de repente siento tus manos por mi cintura,
me cogen suavemente pero a la vez sé que no me puedo mover
sólo podré moverme cómo tú me muevas,
tú me diriges...
tus labios en mi cuello,
me acarician, y tus dientes les acompañan,
consigues erizar toda mi piel,
me desnudas lentamente,
mientras acaricias mi pecho empiezas a lamer mi espalda,
bajas lentamente...
me muerdes...
gimo...
me muerdes de nuevo, pero esta vez más fuerte,
me giras y me pones contra la ventana,
siento el vidrio frío contra mi espalda y tú pecho caliente contra el mío,
ya no tengo frío.
Ahora sólo tengo ganas de tí...